PECADOS Y VIRTUDES DE LOS CICLISTAS URBANOS
Las bicicletas están de vuelta. Como moda vintage o como forma de entender la
vida, cada día más gente cabalga sobre ellas para transportarse en la ciudad o
disfrutar de una ruta campestre. Crisis económica, valores sostenibles y salud
son las coordenadas que nos han hecho desempolvarlas del garaje o adquirir un
último modelo.
Entre las distintas formas de practicarlo los ciclistas
urbanos son una tribu en crecimiento. Para ir a clase o al trabajo descubrimos
que se trata de un medio que ahorra tiempo de desplazamiento, reduce la contaminación
y reconcilia a peatones y conductores,… o no.
Para seguir el buen ciclo-camino debemos hacer autocrítica.
Estos son algunos de los comportamientos que podemos observar entre los
ciclistas urbanos, que deben compaginar el carril bici con la acera y la
carretera.
- L
Van demasiado rápido por el carril bici y las aceras: Es cierto. Siempre
debemos pensar que en la acera la prioridad es peatonal. Pero incluso por el
carril bici hay ciclistas que se exceden. Es normal pedalear más rápido si
llegas tarde a una cita, pero el carril bici no es un velódromo, no es normal
que un pelotón de amateurs enmayados
procedente de las montañas te adelanten a toda velocidad. En los carriles
urbanos también debemos respetar a los ancianos despistados y a las sillas de
ruedas; es el problema de que el carril-bici haya sido ganado a la acera en vez
de a la carretera.
- J
Reducen la peligrosidad: La bicicleta es el término medio de locomoción
entre ir en coche e ir a pie. Está comprobado que ayuda a reducir la casi
siempre excesiva velocidad de los coches en la ciudad, eso por lo que tanto nos
gusta poner resaltos de cemento.
Las bicicletas benefician, pues, la tranquilidad urbana dando mayor seguridad a los
peatones. Tanto viandantes como conductores olvidan con frecuencia que los
ciclistas también tienen derecho a circular, aunque no exista regulación sobre algunos
aspectos. Pero parece que los urbanitas necesitamos leyes para todo.
- J
No son lanceros a caballo: Es poco probable que atropellemos a sus hijos
o a sus perritos; circulamos y observamos a pie de calle, no vamos metidos en
un auto que elimina la visión de todo aquello que no levante más de un metro
del suelo. A veces, circulando por la carretera, te miran como si fueras más
peligroso que un coche. Pero ante las caras de horror de algunos padres y
dueños de mascotas hay que reducir la velocidad y tocar suelo si hace falta.
- J
Hacer deporte pone de buen humor: Además de ser saludable físicamente, lo
es mentalmente. Es normal ver a ciclistas sonrientes, no solemos gritar al
resto de personas y vehículos ya que nuestra ira se esfuma con el esfuerzo del
pedaleo. Ir en bicicleta da una perspectiva más panorámica de la ciudad, más
inclusiva: igual ves una rata corriendo por un descampado que el skyline del
casco histórico en el que hacía tiempo que no reparabas. Es la cura contra el
sedentarismo y los atascos. Junto con la peatonalización, las ciclocalles
construirán las mejores ciudades del futuro. ¿Se nota que vine en bici?
Visto en el blog: http://bicicletasciudadesviajes.blogspot.com.es/
"Pedaleando soy feliz" http://www.elsenorgordo.com/2013/08/pedaleando-soy-feliz.html
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