Estoy intentando escribir un reportaje interesante sobre gentrificación. La gentrificación es un proceso que se da en las ciudades actuales, es geografía e historia, también es sociología y demografía. Pero además también es economía, finanzas y política. A mi me parece un proceso increíble, sobretodo para lo desconocido que es el término. Definido de forma sencilla, la gentrificación es un proceso que se da en las ciudades y que suma "estrategias económicas centradas en la actividad inmobiliaria, junto con el auge de las nuevas clases medias post-fordistas de los 80 y 90".
Esta es la definición que me dio Iván Díaz, geógrafo, profesor en la Universidad de Sevilla y estudioso del tema. Le hice una entrevista a partir de su libro "Sevilla, cuestión de clase", editada por Atrapasueños, después de la cual entendí mejor muchas de las cosas que suceden en las ciudades,...
Por ejemplo: porqué están hechas más para los coches que para los peatones aunque nos intenten hacer pensar lo contrario; porqué las comunidades de vecinos ya casi no tienen visibilidad ni capacidad de decisión; porqué hay edificios reformados, reconstruidos o nuevos junto a casas antiguas y derruidas; porque los alquileres son tan caros; cómo y dónde se han ido las prostitutas, yonkis y otros colectivos excluidos que había antes en el centro; porqué "hormigonan" los bancos, jardines, plazas o cualquier zona pública; porqué percibimos a ciertos extranjeros como peligrosos; porqué todo alcalde quiere hacer una GRAN obra que modernice y le de identidad a "su" ciudad... en fin, no terminaría nunca.
El caso es que llevaba tiempo interesada en este tema, percibiendo cambios paradójicos en las ciudades cuando iba de visita o cuando las habitaba, ya fuera en el extranjero o dentro de este país. No fue hasta que llegué a Sevilla cuando asenté algunas de estas ideas y me decidí a profundizar un poco más en el tema. Eso también se lo tengo que agradecer a Jose Candón, crítico constructivo incansable de la realidad que nos rodea, que me ayudó a dirigir mis ideas sobre el problema de la vivienda y el movimiento okupa por los senderos acertados.
Esta es la definición que me dio Iván Díaz, geógrafo, profesor en la Universidad de Sevilla y estudioso del tema. Le hice una entrevista a partir de su libro "Sevilla, cuestión de clase", editada por Atrapasueños, después de la cual entendí mejor muchas de las cosas que suceden en las ciudades,...
Por ejemplo: porqué están hechas más para los coches que para los peatones aunque nos intenten hacer pensar lo contrario; porqué las comunidades de vecinos ya casi no tienen visibilidad ni capacidad de decisión; porqué hay edificios reformados, reconstruidos o nuevos junto a casas antiguas y derruidas; porque los alquileres son tan caros; cómo y dónde se han ido las prostitutas, yonkis y otros colectivos excluidos que había antes en el centro; porqué "hormigonan" los bancos, jardines, plazas o cualquier zona pública; porqué percibimos a ciertos extranjeros como peligrosos; porqué todo alcalde quiere hacer una GRAN obra que modernice y le de identidad a "su" ciudad... en fin, no terminaría nunca.
El caso es que llevaba tiempo interesada en este tema, percibiendo cambios paradójicos en las ciudades cuando iba de visita o cuando las habitaba, ya fuera en el extranjero o dentro de este país. No fue hasta que llegué a Sevilla cuando asenté algunas de estas ideas y me decidí a profundizar un poco más en el tema. Eso también se lo tengo que agradecer a Jose Candón, crítico constructivo incansable de la realidad que nos rodea, que me ayudó a dirigir mis ideas sobre el problema de la vivienda y el movimiento okupa por los senderos acertados.
Una entrada muy interesante. Sería tema de debate en el curso. Lo absurdo y la gran ciudad. Hay dentro de todo esto algo que he notado y me preocupa. Lo aislado que esta un ciudadano frente a un "pueblerino". La gran ciudad aisla, deshumaniza, nos vuelve egoistas consumidores y no iguala, aborregando nuestros pensamientos. Es el precio de la gran ciudad.
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